jueves, 2 de mayo de 2013

Las cosas del camino...

En nuestro intento de acortar la siguiente etapa decidimos no dormir en Estella y hacerlo en el siguiente pueblo que según dicen es muy bonito.

La verdad es que a fecha de hoy el albergue no es bueno, así que mucha suerte no tenemos :(

Hoy he caminado junto a Antonio, un malagueño que reside en Rubí, Pedro de Sant Andreu y Heidi, inglesa que vive en Palma de Mallorca. Me he sentido muy bien a su lado.

Eldo, un brasileño que hace El Camino por motivos religiosos, durante la etapa de hoy me ha puesto una cinta en mi muñeca. Es en recuerdo del Señor de Bahía... Ha sido un momento muy emotivo.

Hemos comido con Rubén, Alejandra y Bernard el Menú del Peregrino. Risas cuando una coreana que conocimos en Pamplona se ha acercado a la ventana del restaurante indicando su hambre y su cansancio.

Estella es muy bonita, merece la pena perderse y disfrutarla. Así que regresamos allí a pasar la tarde... Todo los kilómetros que nos pensábamos ahorrar mañana nos tocan hoy por partida doble.

Decidimos cenar en el albergue... Seguramente la cena más especial y entrañable hasta ahora. Con ellos me siento como en casa, son mi familia peregrina :)

Trato de chapurrear portugués con las dos Reginas de Sao Paulo y Eldo. Reímos y cantamos una canción de Caetano Veloso que Eldo trata de enseñarme y que nos acompañará estos días junto al saludo de Bahía.

Tengo me noto los gemelos algo cansados así que intento masajearme la zona con una crema analgésica. Mientras estoy haciéndolo un peregrimo que entiendo que es fisioterapeta se ofrece a hacerme un masaje. En el camino se comparte todo: tiritas, compeeds, ibuprofenos, risas y por lo que veo también masajes. Hay que decir que me deja las piernas nuevas! Gracias desde aquí a ese peregrino misterioso!

Me duermo como un angelito...

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